Desapareció el obelisco. La quema de pastizales está fuera de control. Un grupete de bomberos voluntarios con mochilas individuales pretende apagar 70 mil hectáreas de fuego. Encima, la bombita hidráulica se les pinchó en el camino. Sólo hay cuatro aviones hidrantes, pero no pueden despegar. Han cerrado los aeropuertos. La encargada de medio ambiente espera "que llueva, que llueva" desde su oficina. Nigeria, un poroto.
viernes, abril 18, 2008
NUDO, festival de poesía desatada 2024
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